Sísifo fue testigo de la seducción de Zeus a la hija de Esopo, Egina.
Sísifo se lo contó a Esopo a cambio de crear un río en Corinto, Esopo casi mata a Zeus por lo que éste pidió a Hades que se lo llevara al Tártaro.
Sísifo engañó a Hades y le esposó, por lo que durante días la gente no pudo morir. Ares molesto liberó a Hades, atrapó a Sísifo y lo llevó al Tártaro.
Sísifo usó como excusa para regresar a la tierra que su cadaver no había sido enterrado. Pero al ver que no quiso regresar más Hermes lo devolvió al Tártaro, donde los jueces de los muertos lo condenaron a rodar una roca por la ladera de una colina, de donde, indefectiblemente caía y debía empezar su labor. Una y otra vez, constantemente.
Esto es un no parar.
Me siento Sísifo castigado con su piedra rodante.
No sé qué hago mal.
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